La Dosis Justa y Completa en el Momento Justo.
Existen 60 elementos químicos constituyentes de las plantas, de los cuales 16 son esenciales.
Las plantas necesitan carbono, hidrógeno y oxígeno que los toman del aire y del agua. El Carbono, Hidrogeno y Oxigeno representan en la práctica la única fuente de energía de los vegetales. Los nutrientes primarios y secundarios, son esenciales y sus carencias se expresan con síntomas letales para las plantas, pese a que sus requerimientos sean en cantidades a veces muy pequeñas.
Una situación problemática bastante generalizada, es la que se deriva de la aplicación abusiva de fertilizantes en el suelo con el fin de aumentar el rendimiento de las cosechas, y en esos momentos los fertilizantes pierden su acción beneficiosa para la planta y pasan a ser contaminantes del suelo.
Tomemos por caso el nitrógeno. Es un nutriente esencial para el crecimiento de los vegetales, ya que es un constituyente de todas las proteínas. Es absorbido por las raíces generalmente bajo las formas de Nitrato y Amonio. Su asimilación se diferencia en el hecho de que el ión nitrato se encuentra disuelto en la solución del suelo, mientras que gran parte del ión amonio está adsorbido sobre las superficies de las arcillas que forman el suelo influenciadas por el humus, los microrganismos, el agua, la temperatura, la acidez, la conductividad eléctrica, la salinidad, las plantas, etc. Todo ese mundo complejo es el que el buen agricultor debe conocer y hacer trabajar aportándole los recursos que necesita.
Es necesaria la presencia de Humus y agregados del suelo para el adecuado funcionamiento de la fertilización, cosa que se potencia con Biocomplet 7-4-6.
El complejo del suelo con abundante materia orgánica , permite la lenta liberación de los nutrientes, que son requeridos por las plantas, en caso de que el aporte sea por medio de fertilizantes minerales, se debe ir aportando a medida que el ciclo de la planta lo va requiriendo.
El contenido de nitrógeno en los suelos varia en un amplio espectro, pero valores normales para la capa arable son del 0,2 al 0,7%. Estos porcentajes tienden a disminuir acusadamente con la profundidad.
Como resultado de la actividad bilógica, en el suelo podemos encontrar nitrógeno orgánico (proteínico, ácidos nucleícos, azúcares, …) e inorgánico (Amonio, Nitrato, Nitritos ,…) Siendo, generalmente, el orgánico el más abundante (85 al 95% son valores normales).
El nitrógeno asimilable procede de diversas fuentes y está sometido a pérdidas por diversos mecanismos.Debe estar disponible para la planta en la medida de sus necesidades, a medida que va creciendo, por lo que la fertilización debe acompañar el ciclo de la planta, la dosis justa en el momento justo. Las deficiencias hacen perder producción y los excesos son tóxicos. No puedo fertilizar después, ni tampoco mucho antes, ya que se pierde por lixiviación o es mineralizado, así como tampoco puedo agregar toda el agua necesaria al final o al principio del cultivo, debo acompasar la oferta de nutrientes a las necesidades de la planta El exceso de fertilizantes aumenta la salinidad de la solución del suelo y disminuye la capacidad de las plantas de absorber agua y nutrientes. El problema ambiental más importante relativo al ciclo del N, es la acumulación de nitratos en el subsuelo que, por lixiviación, pueden incorporarse a las aguas subterráneas o bien ser arrastrados hacia los cauces y reservorios superficiales.
Hay que cuidar el pH y la Conductividad Eléctrica. Esto hace que debamos tener cuidado con la forma que agregamos los fertilizantes. Debemos evitar altas concentraciones, debemos evitar el agregado de cloruros, debemos mantener la diponibilidad de los nutrientes quelatandolos, y aumentar el porcentaje de Materia Orgánica. Mejorar la estructura del suelo en forma constante ya que la actividad biológica es la que hace que el suelo sea activo en la donación de nutrientes.
Se debe cuidar de no hacer aportes de cloro en las aguas de riego y en los fertilizantes ya que en ambientes secos como los andaluces, el agua en el suelo, proveniente del riego o de la poca lluvia, se pierde por evaporación y transpiración. Esto eleva por capilaridad las sales, desde las aguas subsuperficiales hasta la superficie, acumulando principalmente sodio y cloruro en la zona radicular. En estos casos no es aconsejable el utilizar Cloruro de Potasio como fuente de Potasio ya que con la aplicación de este material solamente se incrementa el problema de acumulación de sales. Es aconsejable utilizar otras fuentes de K para suplir las necesidades de este nutriente.
En base a estos criterios de acompañamiento del ciclo de la planta, de evitar la salinización, los aumentos de pH y salinidad es que Agrobeta formula sus fertilizantes con Sulfato de Potasio, evitando los cloruros.
En nuestra formulación hemos incorporado el ácido fosforoso como fuente de fósforo, que genera defensas en la planta como las fitoalexinas, y mejoran la penetración ya que el radio de molécula es menor que el fosfórico
Se hacen formulaciones donde se evitan los excesos de aportes durante el ciclo, evitándose las altas concentraciones nocivas. Las recomendaciones de uso de los Fertlizantes Agrobeta tiene en cuenta en todo momento el ciclo de la planta y los efectos de los fertilizantes sobre el complejo medioambiente que es el suelo. De la misma manera se adicionan los microelementos que permitan la máxima expresión de la genética de los cultivos. Sabemos que el equilibrio de la oferta con la demanda del cultivo es la clave. Acompañamos a los nutrientes con aminoácidos que permiten que los micronutrientes estén quelatados y penetren en la planta aun en las condiciones no óptimas de la solución del suelo.
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