El debate sobre los usos medicinales de la marihuana y sobre la necesidad de su legalización, se ha apoderado de los círculos científicos, políticos e intelectuales de todo el mundo. El Colegio Oficial de Médicos de California, la British Medical Association, el Ministerio de Salud de Francia y la Universidad de Deusto son sólo algunas de las instituciones que ya se han pronunciado inequívocamente a favor del reconocimiento de las propiedades terapéuticas de la marihuana.
El escritor Moncho Alpuente, consumidor habitual “desde hace décadas”, puso el dedo en la llaga al afirmar que “la prohibición se mantiene porque, si se legalizara el consumo, se esfumarían los miles de millones que gana la industria farmacéutica con soluciones químicas a males que remedia la marihuana”
¿Para qué enfermedades está indicada la marihuana?
En el capítulo 7 de “El Emperador está Desnudo” (Editorial Castellarte), Jack Herer realiza un examen exhaustivo de los usos terapéuticos del cannabis. Resumimos a continuación algunas de sus sorprendentes afirmaciones :
• En un 80% de los casos el consumo de marihuana se ha revelado eficaz en el tratamiento del asma. Además, prolonga la vida de los asmáticos, ya que les permite abandonar tratamientos agresivos a base de fármacos como la teofilina.
• La marihuana beneficia al 90% de los enfermos de glaucoma, cuya ceguera se debe al aumento de la presión intraocular. La marihuana es entre dos y tres veces más efectiva que cualquiera de los medicamentos utilizados para disminuir la tensión intraocular. La mayoría de los oftalmólogos californianos recomiendan discretamente a sus pacientes el consumo de marihuana.
• Desde 1975 se sabe que el cannabis reduce considerablemente el tamaño de los tumores, tanto benignos como malignos (cancerígenos). Investigadores de la Facultad de Medicina de Virginia” han confirmado recientemente el resultado de estudios anteriores que demuestran la eficacia antitumoral de la marihuana.
• La marihuana fumada es mucho más eficaz que los fármacos convencionales que les son habitualmente suministrados a pacientes de cáncer o sida para controlar las náuseas y los vómitos que les producen las sesiones de quimioterapia.
• El cannabis es muy útil para el 60% de las personas que padecen epilepsia y el mejor tratamiento para muchos tipos de epilepsia. En palabras del Medical World News, “la marihuana es posiblemente el antiepiléptico más potente conocido hasta el momento”.
• Fumar cannabis ha resultado ser una fuente de alivio para la esclerosis múltiple, enfermedad que afecta al sistema nervioso y que se caracteriza por debilidad muscular, temblores, etc.
• El cannabis, ya sea fumado o aplicado como cataplasma o compresas, es también el mejor relajante muscular, la mejor medicina para los dolores de espalda y el mejor medicamento antiespasmódico.
• Los ácidos cannabidiólicos se pueden utilizar como antibióticos para combatir multitud de enfermedades, como por ejemplo la gonorrea. Según un estudio realizado en Florida en 1990, están también indicados para el herpes.
• El cannabis es un analgésico de uso tópico. Hasta 1937, los parches para callos, cataplasmas para fibrosis y ungüentos para músculos, estaban hechos con extractos de cannabis.
• En Sudamérica el reumatismo y la artritis se tratan con hojas de cáñamo y flores calentadas en agua o alcohol.
• El cannabis es el mejor expectorante natural. La marihuana fumada dilata las vías respiratorias, dejando que entre más oxígeno a los pulmones.
• El cannabis disminuye la presión sanguínea, dilata las arterias y reduce la temperatura corporal, por lo que sirve para aliviar el estrés.
• La marihuana es un excelente sustituto de los somníferos químicos para combatir el insomnio. Además, no potencia los efectos del alcohol y carece casi por completo de contraindicaciones.
• Fumar cannabis con bajo contenido en THC mejora la calidad de vida de los enfermos que padecen un enfisema en fase no muy avanzada.
• A diferencia del tabaco, que hace que las arterias se contraigan, el cannabis hace que éstas se dilaten. Dado que las migrañas son el resultado de la combinación de espasmos arteriales con una hiperrelajación de las venas, los cambios vasculares que produce el cannabis en la cubierta cerebral (las meninges) suelen hacer desaparecer los dolores.
• El cannabis estimula el apetito, por lo que se ha manifestado como la mejor medicina para tratar la anorexia.
• La marihuana reseca la boca y podría reemplazar a los compuestos altamente tóxicos utilizados por los dentistas para secar la saliva. Por consiguiente, también podría ser buena para tratar las úlceras pépticas.
• La marihuana eleva el estado de ánimo, facilita la concentración y propicia un estado de bienestar y seguridad. Es un buen aliado para quienes tienen que sobrellevar enfermedades como el Sida.
• El cannabis es el mejor tratamiento para la demencia, la senilidad y tal vez para la enfermedad de Alzheimer, para recuperar la memoria a largo plazo y para otros muchos achaques. Ayuda a los ancianos a convivir con dolencias como la artritis o el insomnio. Estadísticas americanas indican que se puede vivir de 8 a 24 años más si se sustituye diariamente el uso de alcohol y tabaco por el uso del cannabis.
Fuente: Gourmet Hempseed Cookbook, de Roger Christie
El cannabis, una medicina ancestral
Los usos terapéuticos del cannabis se conocen desde épocas remotas. Las culturas más antiguas desarrollaron sofisticadas farmacopeas que otorgaban un lugar destacado a la marihuana. Los sintoístas japoneses la llamaron “Mayaku” (“hierba-medicina”).
En la Medicina Tradicional China, el cannabis ha sido utilizado para tratar el paludismo, los constipados, el reuma, los dolores menstruales, las hemorroides y la falta de concentración.
La Medicina Ayurvédica atribuye a la marihuana la capacidad de agilizar la mente, prolongar la vida, mejorar el juicio, bajar la fiebre, inducir el sueño, curar la disentería, mejorar la digestión, afinar la voz, controlar la caspa, evitar enfermedades venéreas, aliviar el dolor de oídos, curar la tos ferina, la tuberculosis, etc.
En las culturas africanas, la marihuana o cannabis se ha utilizado contra la disentería, el paludismo, el ántrax, la fiebre, las mordeduras de serpiente y para ayudar en el parto. En occidente, autores como Hipócrates, Dioscórides o Galeno han exaltado las virtudes terapéuticas del cannabis en el tratamiento de trastornos del apetito, artritis, reuma, dolores menstruales, insomnio, depresión, como acelerador del parto, antiasmático, como horchata para inflamaciones urinarias, y además, el zumo de toda la hierba, verde, instalado en los oídos, sana.
¿Marihuana química o marihuana biológica?
Muchas enfermedades y dolencias evolucionan favorablemente o son aliviadas con el consumo regular de marihuana o cannabis. Las propiedades terapéuticas de la marihuana no han pasado desapercibidas para los laboratorios farmacéuticos, que ven en ellas un bocado apetecible. De hecho ya han iniciando la comercialización de medicamentos a base de compuestos activos de la planta, como el THC o el CBN, productos como “Marinol” o “Cannabinol” que pueden adquirirse en algunas farmacias norteamericanas o europeas.
Sin embargo, cada vez son más los partidarios de la legalización de la marihuana “natural”. ¿Para qué consumir sucedáneos químicos si se puede comercializar la propia planta en farmacias o herbolarios? Algunas asociaciones de consumidores han empezado a cuestionar la doble moral de los gobiernos, que persiguen y penalizan el consumo de una sustancia en su estado natural y permiten al mismo tiempo la comercialización de un sucedáneo de laboratorio. Recientemente, médicos e investigadores de diferentes países han constituido la “Asociación para el Cannabis Medicinal”, que aboga por el desarrollo de una industria de productos naturales procedentes del cannabis que puedan estar disponibles en las farmacias.
En Holanda, los laboratorios Weleda han obtenido un permiso del Ministerio de Sanidad para importar marihuana de los Estados Unidos, con la que fabricarán 180.000 cápsulas de cannabis de cultivo biológico con 2,5 miligramos de THC cada una. Las cápsulas se suministrarán a pacientes afectados de cáncer y sida y su coste rondará las 200 pesetas, lo que supone un considerable ahorro respecto a otros preparados de síntesis, como el Marinol, que sólo contiene THC obtenido químicamente. El Marinol puede adquirirse en cualquier farmacia de Holanda por unas 1.600 pesetas cada cápsula. Según la Asociación de Farmacéuticos holandeses, el consumo habitual de marihuana es importante entre ciertos colectivos de afectados. Por ejemplo, 350 de los 7.000 enfermos de esclerosis múltiple fuman regularmente marihuana, aunque el 60% de los mismos adquieren el producto en las cafeterías o en el mercado negro en lugar de hacerlo en las farmacias.
Marihuana para mujeres
En su “Manual médico de la marihuana” (Editorial Rosenthal), Gieringer y Mikuriya profundizan en los aspectos relacionados con la ginecología. Estas son algunas de sus afirmaciones:
Muchas mujeres consideran que la marihuana les alivia de los calambres menstruales o dismenorrea. Esto puede ser debido a la supresión de la prostaglandina originada por los cannabinoides. En el siglo XIX era habitual el uso del cannabis para la dismenorrea, y parece ser la causa de que la reina Victoria lo consumiera por prescripción facultativa.
Algunos investigadores piensan que la marihuana puede reducir ligeramente el peso del niño al nacer, lo cual se considera problemático para la salud del neonato. Por el contrario, un estudio llegó a la conclusión de que aumenta el peso del bebé. Otros afirman que el consumo habitual de marihuana por parte de la madre puede retrasar ligeramente el desarrollo posterior. De nuevo, las evidencias son contradictorias: un estudio realizado en Jamaica halló tasas de desarrollo acelerado en los niños nacidos de madres consumidoras.
Los expertos del Instituto Nacional del Abuso de Drogas (NIDA) afirman en la actualidad que el porro no tiene ningún efecto permanente en los sistemas reproductores masculino o femenino. No se ha encontrado nunca ni un solo caso de deterioro de la fertilidad entre los consumidores de marihuana de uno y otro sexo.
Efectos generales del cannabis
• El THC es absorbido por el cerebro, ejerciendo al principio un efecto estimulante, seguido de relajación y disminución global del estrés. Puede provocar somnolencia o ansiedad. Es analgésico. Bloquea las migrañas y los ataques. Acrecienta la sensación de bienestar.
• Dilata los bronquios y los vasos sanguíneos.
• Cuando se fuma, produce irritaciones en los tejidos superficiales de la garganta, la boca y el aparato respiratorio. Se puede tomar precauciones que lo mitigan. Ejerce efectos antiflemáticos y expectorantes.
• Enrojece y seca los ojos, reduce la presión intraocular.
• Seca la boca, estimula el apetito, agudiza el sabor.
• Calma los zumbidos de los oídos.
• Calma el estómago. Estimula el apetito. Normaliza el aparato gastrointestinal. Reduce las náuseas y los vómitos. Alivia el mareo y otros efectos secundarios de la radioterapia y quimioterapia.
• Relaja el aparato musculoesquelético. Reduce los calambres, los espasmos, las convulsiones, la ataxia y otros trastornos neurológicos y del movimiento. Ayuda en casos de esclerosis múltiple, lesiones de la médula espinal y epilepsia.
• Tradicionalmente se usa como afrodisíaco. Ejerce pocos o ningún efecto sobre el aparato reproductor.
• Alivia las articulaciones. Efecto analgésico y antiinflamatorio. Por vía oral o tópica, ayuda en los casos de artritis y reumatismo. La vasodilatación produce enfriamiento de los dedos de las manos y los pies.
Tomado de la Revista Cañamo y otras publicaciones
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