Cuando cultivamos nuestras plantas en un espacio reducido, éstas no pueden disfrutar de todos los elementos y organismos que en cambio sí tendrían si estuvieran plantadas en el sustrato de un suelo amplio y natural, por lo que sus cuidados no pueden ser los mismos. Otra gran desventaja de este tipo de plantaciones, es que las raíces de las plantas no tienen suficiente espacio para desplegarse libremente, a lo que hay que sumarle que el clima al que se expondrán si están en el interior de la vivienda no es el original. Por todos estos motivos, la planta en maceta necesitarán una atención mayor.
Escoge la tierra adecuada
Para los maceteros existen tierras especiales, por lo que mejor optar por no utilizar la del jardín, ya que puede contener malezas, hongos o huevos de insectos, cuyos problemas pueden ser más difíciles de combatir sin dañar la planta en un espacio tan reducido. Recurre a tierras que contienen fertilizantes de liberación lenta, que vayan haciendo efecto poco a poco, a medida que los vayan necesitando. Otra opción es buscar una tierra adecuada y aparte nutrirla con los fertilizantes específicos adecuados para las plantas en concreto y sus necesidades.
Aireado del sustrato
En un macetero, la tierra tiende a apelmazarse y formar una especie de costra en la superficie. Cuando esto ocurre, lo más adecuado es remover la tierra con ayuda de un tenedor, así se aireará y evitará la asfixia de la planta. Esta operación puede repetirse cada 15 días, y además facilitará la entrada del riego y el desarrollo natural de las plantas.
Otra manera de oxigenar la tierra y aportarle los nutrientes necesarios es echar en ella una o dos lombrices.
Cambio de maceta
Dependiendo del ritmo de crecimiento que tenga la planta en cuestión, cada uno o dos años será necesario cambiar el macetero por uno de mayor tamaño con el objetivo de que las raíces crezcan al tener más cantidad de tierra y con ellas la planta en sí. En cambio, si lo que se quiere es mantenerla con un tamaño reducido, otra opción sería cortarle las raíces cuando éstas ya estén muy crecidas. Cuando las cambies a un macetero mayor, aprovecha también para cambiar el sustrato y los fertilizantes para que así desarrolle aún más su crecimiento. Si no se lleva a cabo esta práctica la planta podría incluso llegar a morir por falta de espacio en su crecimiento.
La calidad del sustrato siempre debe ser óptima
Si lo que queremos conseguir es un huerto urbano 100% ecológico, será esencial escoger buenos sustratos y abonos ecológicos para que la planta reciba todos los nutrientes necesarios de la forma mas natural posible. Como ya hemos mencionado antes, las plantas en maceta requieren de buenos sustratos y la de jardín no nos serviría por su alta presencia de arcilla, que tendería a compactarse demasiado. Para un buen drenaje, un truco puede ser colocar trozos de tiestos rotos en el fondo de la maceta para evitar que el agujero de abajo se bloquee, y si la maceta se encuentra cerca de ventanas o balcones, puedes colocar gravilla en la parte superior de la tierra para evitar que los cristales queden salpicados por la lluvia.
La perlita, la fibra de coco o el corcho triturado pueden ser buenas opciones para añadirle al sustrato y proporcionarle aireación y retención del agua, además de volumen, por lo que se ahorra dinero en sustratos.
En Agrobeta disponemos de abonos y fertilizantes ecológicos para todo tipo de plantaciones. No dudes en echar un vistazo a nuestros productos y preguntarnos todo lo que necesites, estaremos encantados de resolver tus dudas.
Limpieza de las plantas
En el campo, o en el jardín, el medio se encarga de que las plantas siempre tengan brillo, ya que tanto el aire como la lluvia limpiarán sus flores y hojas. En el caso de las plantas en macetas, podemos proceder a su limpieza con un pulverizador o limpiarlas con un trapo húmedo. Las manchas de cal se van con un poco de agua y vinagre, pero no olvides aclararlas posteriormente con agua limpia. Para favorecer el desarrollo y crecimiento de la planta, retira las hojas y las flores que se vayan quedando marchitas.
Aromatiza tu casa y tus comidas
Las hierbas aromáticas son las especies comestibles más cultivadas en maceteros, especialmente el orégano y el perejil. La albahaca, el tomillo y el romero también son óptimas para estas plantaciones, y además todas huelen genial. Además de las plantas aromáticas, las acelgas, el calabacín, y los tomates enanos o colgantes, son especies que se desarrollarán a la perfección en espacios recudidos y que llenarán de color y sabor tu casa y tus ensaladas.
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