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Nuestro huerto urbano debe de ser en la medida de lo posible ecológico, para ello nuestro huerto en casa debe convertirse en una experiencia de sostenibilidad y de educación ambiental, que nos permita obtener alimentos sanos y de calidad, por ello no tiene sentido la utilización de productos químicos de síntesis para fertilizar la tierra o para combatir plagas.

En los cultivos en recipientes al no disponer de un suelo propiamente dicho, tenemos limitaciones para aplicar algunas de las técnicas de la agricultura ecológica, sin embargo podemos tener en cuenta sus conceptos y adaptarlos a nuestro huerto urbano.

Ideas importantes de la agricultura ecológica de aplicación a nuestro huerto en casa:

  • Biodiversidad: Nuestro huerto debe de ser un espacio con la mayor biodiversidad posible, en el que cultivemos diversas hortalizas, pero donde también haya espacio para las plantas aromáticas y las flores. El objetivo es conseguir un espacio de cultivo equilibrado donde podamos atraer a fauna beneficiosa que nos ayude a controlar posibles plagas y enfermedades.
  • Asociaciones de cultivo: Fundamental en agricultura ecológica. Consiste en combinar cultivos buscando un beneficio en relación a la protección frente a plagas o el aprovechamiento de los recursos. Las asociaciones positivas suelen producirse entre hortalizas muy diferentes ya que no competirán por los mismos nutrientes, ni por la luz y tampoco tendrán las mismas plagas o enfermedades.
  • Sucesiones de cultivos. Consiste En un tipo de asociación entre cultivos que permite un mejor aprovechamiento del espacio. Podemos combinar hortalizas de ciclo largo con otras de ciclo corto, de forma que mientras las primeras se van desarrollando podemos cosechar las segundas aprovechando el espacio sin provocar ningún perjuicio. Un ejemplo de sucesión puede ser el tomate (ciclo largo), con la lechuga (ciclo medio) y con el rábano (ciclo corto). Combinando las asociaciones y las sucesiones conseguiremos optimizar nuestro espacio de cultivo, mejorando la producción y la salud de las plantas.
  • Rotación de cultivos: Es también una de las prácticas fundamentales de la agricultura ecológica y base del cuidado y conservación de la fertilizad del suelo. Si plantamos el mismo cultivo dos veces en el mismo recipiente, es probable que se hayan agotado algunos nutrientes específicos y por tanto si repetimos, la misma planta tendrá deficiencias. Tendremos también más probabilidades de que el nuevo cultivo tenga  enfermedades y plagas del cultivo anterior.
  • Control de plagas y enfermedades: El mejor método de control de plagas y enfermedades en agricultura ecológica es la prevención. Si conseguimos que nuestro huerto sea un espacio equilibrado, con elevada biodiversidad, con rotaciones y asociaciones adecuadas conseguiremos que sea mucho más resistente a posibles plagas y enfermedades. En el caso de sufrir una, lo primero que debemos hacer es pensar en la causa, que muchas veces es por una mala práctica en el manejo del huerto. En cualquier caso, no tiene sentido que tratemos las plagas con productos químicos, olvidándonos de nuestro objetivo de conseguir alimentos sanos de forma sostenible. Ante una plaga hay otros modos de actuación.

Métodos de actuación frente a plagas y enfermedades:

  • En primer lugar, hay que valorar si lo que tenemos es una plaga que está provocándo un grave problema o si esta está controlada y no produce graves daños. Esta capacidad de observación, fundamental en el huerto, la vamos a ir adquiriendo con la experiencia.
  • En segundo lugar, y teniendo en cuenta el tamaño de nuestro huerto, ante una plaga podemos actuar manualmente, podando hojas y brotes enfermos, incluso quitando una planta entera. También podemos quitar manualmente orugas o pulgones, repasando los cultivos.
  • Como último recurso podemos tratar las plantas con algún preparado casero a partir de plantas, o mediante alguno de los productos autorizados en agricultura ecológica.

semillerosSiembra

A la hora de la siembra tenemos dos pociones: podemos sembrar directamente en el huerto o podemos hacer una siembra protegida en un semillero.

La producción de plantel en un semillero es adecuada para muchas hortalizas y nos va a aportar dos ventajas fundamentales:

–          Proteger a la planta en su primera fase de desarrollo.

–          Aprovechar mejor el espacio del huerto, haciendo la selección de las plantas que vamos a cultivar en el semillero y llevándolas al recipiente final cuando ya tienen cierto desarrollo.

Para los semilleros se pueden reutilizar pequeños recipientes como envases de yogur o podemos comprar diferentes tipos de semilleros que existen en el mercado. El semillero deberemos colocarlo en una zona protegida que reciba luz. El sustrato será el mismo que el del huerto, aunque tamizado para eliminar las partículas más grande que puedan estorbar la germinación. También existen sustratos preparados para semilleros.

Las semillas se siembran a una profundidad de 2 o 3 veces su diámetro y debemos asegurarnos de que el sustrato tiene humedad permanente, ya que las plantas en su primera fase son muy sensibles a la falta de agua.

Algunas hortalizas no admiten bien el cultivo en semilleros ya que el trasplante la planta puede dañarse, en estos casos sembraremos directamente en el huerto.

Trasplante

Cuando sembramos en semillero, uImagen1na vez se ha desarrollado la planta debemos de trasplantarla al recipiente definitivo donde se va a desarrollar completamente. El trasplante es una operación delicada dependiendo de la hortaliza. Hay especies como la cebolla, la lechuga o las coles que soportan muy bien el trasplante. Sin embargo hay otras hortalizas como el pepino, calabacín, sandía, melón.. donde debemos llevar más cuidado.

El trasplante lo realizaremos cuando la altura de la planta sea superior a la del envase y tenga varias hojas verdaderas.

Cosecha

En nuestro huerto, la cosecha la realizamos conforme los frutos estén en el momento óptimo, cogiendo en cada momento lo que vayamos a consumir. De esta manera comeremos hortalizas de una elevada calidad nutricional y organoléptica.

Algunas hortalizas como el tomate se recogen cuando están maduras y su color rojo nos lo va a indicar claramente. Sin embargo hay muchas hortalizas como la berenjena, el calabacín o el pepino que debemos recolectarlos antes de que maduren totalmente, siendo este el momento óptimo para el consumo.

Los ajos o las cebollas podremos cosecharlos cuando aún están tiernos o cuando las hojas de la planta se secan, pudiendo conservar el bulbo seco durante mucho tiempo.

Las hortalizas de hoja como la lechuga o las espinacas se pueden cosechar hoja a hoja según nuestra necesidad, sin tener que arrancar toda la planta, de esta forma recogeremos en cada momento justo lo que nos vayamos a comer.

Las hortalizas que mejor pueden adaptarse a nuestro huerto son: tomate, pimiento, berenjena, lechuga, espinaca, ajo, cebolla, haba, fresa y fresón, rábano, pepino, zanahoria, plantas aromáticas ……..

 

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Fuente:

–          Manuel huertos sostenibles en casa. Diputación de Alicante. Área de Medio Ambiente