FLORACION
En este momento lo ideal son 12 horas de luz y 12 de oscuridad. Tan pronto como tengas sólo de 12 a 14 horas de luz solar, la planta empezará la floración. En el norte de Europa esto ocurre entre agosto y septiembre y dura normalmente entre 7 y 16 semanas, dependiendo de la variedad que cultivemos.
En interior la planta necesita 12 horas de luz y 12 de oscuridad ininterrumpidas para que pueda florecer sin estrés causado por la luz, lo cual puede causar que se interrumpa el ciclo normal de la planta y se interfiera con el proceso de floración. Las horas se empezarán a poner amarillas normalmente después de la tercera o cuarta semana de floración. Cuando una hora se pone amarilla y arrugada debe ser cortada, ten siempre cuidado de no quitar muchas hojas verdes porque esto puede inhibir la fotosíntesis de la planta.
Al iniciar la floración, los machos se alargan para que su polen quede por encima de las hembras y las polinice más fácilmente. Las hembras fabrican tallos más gruesos, fuertes y cortos. Las hojas nacen cada vez con menos foliolos (cada una de las hojas pequeñas que forman una hoja compuesta) hasta que nacen sólo con uno. Normalmente el patrón de crecimiento de las hojas pasa de opuesto a alterno, es decir las hojas dejan de nacer de dos en dos y enfrentadas y comienzan a nacer de una en una, a uno y otro lado del tallo, alternativamente.
El desarrollo floral comienza lentamente. La planta pega un estirón y se alarga. La distancia internudos es muy grande. Al principio, sólo aparecen unos pocos grupos de flores en las puntas de las ramas. Los cálices de las flores femeninas tienen una pelusilla que los recubre pero aún presentan muy pocos tricomas. Los tricomas son unas glándulas que aparecen principalmente en las flores, aunque también están presentes en otras partes de la planta; segregan la resina que contiene los cannabinoides.
En un segundo momento, comienzan a aparecer cogollos al acortarse la distancia internudos y crecer la producción de flores. A lo largo de toda la floración hay que manejar las plantas con delicadeza. Si manoseamos los cogollos, los tricomas se rompen y la resina se oxida, con lo que el THC se destruye. Hay que tener cuidado de que la planta no se moje con agua de lluvia, ya que no sólo romperá y arrastrará algunos tricomas sino que también puede provocar que aparezca moho en el cogollo. Por esta razón, no se deben pulverizar las plantas una vez que la floración ha comenzado.
Más tarde, la planta deja de crecer en altura y produce una gran cantidad de flores que van engordando los cogollos. Las hojas externas al cogollo se vuelven amarillas y se marchitan. En condiciones naturales la planta sería polinizada y comenzaría a fabricar semillas, al cultivar semillas feminizadas, obligamos a la planta a fabricar más resina para mantener las flores fértiles a salvo de las radiaciones solares, mientras espera un macho que nunca llegará. Los cogollos huelen intensamente, cargados de resina.
Llega un momento en que la planta deja de fabricar nuevas flores y los estigmas (es la parte del gineceo de las flores que recibe el polen durante la polinización) de las existentes van marchitándose. Hojas, tallos y flores adquieren tonos otoñales; marrones, naranjas, amarillos y púrpuras aparen en los cálices, tallos y peciolos (rabillo que une la hoja al tallo). Hay que cosechar cuando el sesenta por ciento de los tricomas tienen resina ámbar o cuando entre el 60% y el 90% de los estigmas se han marchitado y vuelto marrones.
Para conseguir que la planta exprese todo su potencial, es necesario alimentarla correctamente. Una buena nutrición es la mejor defensa contra las enfermedades y permitirá a la planta desarrollarse al máximo.
Durante la floración la planta necesita gran cantidad de fósforo (P) y potasio (K). El fósforo lo utiliza la planta en la formación de flores y raíces y en la transferencia de energía solar a compuestos químicos. Acelera la floración y produce flores grandes. La deficiencia de fósforo se observa primero en las hojas más viejas que adquieren un tono verde oscuro. En ocasiones las puntas de las hojas se secan y se detiene el crecimiento. La deficiencia de fósforo retrasa la floración.
El sistema respiratorio de la planta, el sistema enzimático y las síntesis de proteínas y clorofila necesitan potasio. Ayuda a luchar contra las plagas y las enfermedades y a mantener la presión interna de agua que sostiene la planta. Las plantas que se utilicen para producir semillas necesitarán un aporte extra de potasio ya que este elemento es básico para fabricar cañamones. Cuando a una planta le hace falta potasio, en las puntas de las hojas y entre los nervios, aparecen zonas de tejido muerto y seco demás de amarillear. Las raíces se infectan y los tallos débiles no sostienen a la planta. Las hojas pueden curvarse hacia abajo.
COSECHA
Según algunos expertos, se puede clasificar como cuatro los estados de maduración de los tricomas de las flores de marihuana, estos son los tricomas transparentes en primer lugar, que nos indican que la planta ha empezado a madurar, el siguiente tono de maduración es el tricoma lechoso, que indica que ya lleva un tiempo madurando, seguidamente llega la conversión a tricomas con un tono ámbar, esto significa que la planta está en el momento ideal para el corte o cerca de él, sobre todo si lo hacemos en un 50% de tricomas ámbar y otro 50% de tricomas lechosos, ya que si el 100% de los tricomas están ámbar el efecto del cannabis al fumar será muy narcótico, sin embargo al contener todavía tricomas lechosos la combinación es la ideal, un poco de efecto eufórico por la parte de los tricomas lechosos y un efecto narcótico por medio de los tricomas ambarinos.
Otra de las técnicas importantes en interior, es guiarse por el tiempo de floración que indican los bancos de semillas sobre la genética en cuestión.
Si queremos obtener un producto de calidad, debemos dejar de usar abonos entre ocho y diez días antes de cortar las plantas. Un sistema muy eficaz de evitar posibles acumulaciones latentes de sales producidas por el uso continuado de fertilizantes en la tierra es lixiviar las raíces con agua abundante, es decir limpiar o aclarar las raíces de la planta regando con mucha agua (al menos tres veces la capacidad de la maceta) Si hemos pulverizado nuestras plantas con algún producto foliar (insecticidas, acaricidas, fertilizantes, etc.), tendremos que rociar a fondo con agua limpia para eliminar posibles residuos.
El agua no afecta a la producción de resina, pero si nos puede causar algún problema de hongos. Por ello conviene pulverizar siempre por la mañana para que la planta y los cogollos puedan secarse durante el día. Agitar ligeramente los cogollos tras el aclarado para evitar la acumulación del agua en estos.
Es muy conveniente cortar la planta unos días después del último riego o la última lluvia si estamos en exterior, con el objeto de que se pierda en parte la humedad acumulada en tallos, hojas y por supuesto, en los cálices que son la parte del cogollo que más nos interesa.
MANICURADO
Una vez tengamos cortadas, procederemos a quitarles las hojas exteriores de forma que se nos quede un cogollo limpio. Lo primero que quitaremos son las hojas grandes lo más pegado que podamos al tallo principal de la rama. Una vez cortadas las hojas grandes deberemos cortar todas las puntas de las hojas que salen de los cogollos. Una vez hecho esto, ya podemos colgar para secar.
LA CURA
Después del secado, el cannabis está casi listo para el consumo. Para conseguir un resultado de la mejor calidad del cannabis ha de ser curado, esto debe hacerse en tarros de cristal, almacenándolos en un lugar oscuro por un periodo de entre dos y cuatro meses. El proceso hará que cambie ligeramente el color de la hierba a medida que la clorofila se va rompiendo. El sabor cambia hacia un aroma más turgente debido al proceso de fermentación.
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