Los productos fitosanitarios son medios imprescindibles para la producción agrícola, tanto bajo los sistemas convencionales de agricultura, como bajo otros sistemas de agricultura, como la integrada o la ecológica, pues los estragos potenciales de las diferentes clases de plagas, determinarían la inviabilidad de muchos cultivos en las zonas de producción de mayor interés económico y social e incluso la posibilidad de mantener almacenadas las cosechas.
La utilización de productos fitosanitarios produce un aumento extraordinario del rendimiento de la tierra sin el que no hubiera sido posible alcanzar los niveles actuales de producción alimentaria.
Los principales objetivos que se persiguen cuando se realiza un tratamiento fitosanitario son los siguientes:
– Aprovechar al máximo los productos aplicados, con el fin de reducir tanto los costos como el impacto medioambiental, ya que son caros y en algunos casos tóxicos.
– Maximizar el rendimiento del trabajo, entendido como superficie tratada por unidad de tiempo, por razones principalmente de carácter económico.
– Conseguir la máxima eficacia posible, desde los puntos de vista económico y agronómico, para lo cual se requiere una distribución uniforme.
Para alcanzar este último objetivo hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
– Las materias activas empleadas deben ser eficaces contra la plaga o agente patógeno y debe considerarse su peligrosidad para la salud y el ambiente, así como sus efectos secundarios sobre la fauna auxiliar.
– Para conseguir los resultados esperados, la dosificación debe ser correcta, de forma que la planta quede cubierta homogéneamente. Para ello es necesario elegir la maquinaria adecuada, d acuerdo con el producto a emplear y la plaga o enfermedad a combatir.
– La plaga o agente patógeno debe encontrarse en la fase más sensible al plaguicida.
– Las condiciones climáticas deben ser lo más favorables posibles con respecto al tipo de producto a emplear.
La clasificación de los métodos de aplicación de plaguicidas se realiza en función del vehículo que soporta al producto, que puede ser sólido, líquido o gaseoso:
– Espolvoreo. Consiste en la distribución del fitosanitario en forma de polvo, mediante al aplicación de una corriente de aire, que a su paso por el depósito de tratamiento arrastra parte del producto.
– Pulverización. Mediante este método la distribución de los plaguicidas se realiza en forma de líquido, que se deposita sobre las plantas en forma de pequeñas gotas.
Los factores que influyen en la pulverización son:
1. Lugar a tratar: suelo desnudo, cultivos bajos, entre líneas de cultivo, cultivos arbóreos, etc.
2. Cantidad de producto: volumen normal, reducido o ultrabajo.
3. Clase de producto: plaguicidas (herbicidas, insecticidas, etc.), fitorreguladores (aceleradores y retardadores del crecimiento, aclareo químico), fertilizantes líquidos (soluciones nitrogenadas, complejos claros y complejos en suspensión).
4. Características del producto: densidad, viscosidad, tensión superficial, agresividad, composición química, abrasividad, forma de absorción).
5. Agentes externos: temperatura, humedad relativa, viento, presión atmosférica.
– Fumigación. Consiste en la aplicación del producto en forma de gas y requiere la intervención de personal especializado, autorizado al efecto.
– Aplicación de Cebos. Colocación de determinados preparados para atraer o repeler agentes nocivos (ej: roedores, etc.).
– Tratamientos vía riego. Es un sistema de aplicación muy frecuente en plantaciones con sistema de riego localizado.
– Aplicación en el suelo. Consiste en la incorporación al suelo del plaguicida sólido en forma de gránulos, que una vez enterrados desprenden gases que se mezclan con el aire del suelo.
Productos permitidos para el control de plagas y enfermedades en agricultura ecológica:
Aceite de Neem (Azadiracta indica): Eficaz especialmente contra insectos en cualquier estado larvario y de pupa. Controla las siguientes especies: Coleópteros. Dípteros. Hemípteros. Lepidópteros. Ortópteros. Thisanópteros y Nemátodos.
Aceite de Verano: Contra cochinilla, mosca blanca, pulgón y ácaros (araña roja).
Ajo: Contra plagas afectadas áfidos, gusano del manzano, pulgones, escarabajo de la patata, gorgojos, gusano de alambre, lagarto cogollero, mariposa pequeña de la col, tortuguilla, etc.
Bacillus Thuringensis: Destaca su acción sobre plagas agrícolas: Heliothis, Pieris, Plusia, Plutella, Ostrinia, Capua, Prays y Cacoecia y plagas forestales: Lymantrinia, Malacosoma, Euproctis y Tortryx viridiana.
Beauveria Bassiana: Actúa de manera específica contra mosca blanca, araña roja, pulgones y trips y puede utilizarse en cucurbitáceas, pimiento, tomate, fresal, berenjena, etc.
Jabón Potásico: Eficacia 100% contra Mosca blanca, Araña roja, Trips, Cochinillas y Pulgones. Aplicación en: Cultivo de hortalizas, frutales y plantas ornamentales bajo plástico y aire libre.
Piretrina Natural (Chyrsantemun Cinerariefolium): Caracterizado por su rápida acción por contacto, produciendo parálisis en pulgones, mosca blanca, ácaros etc.
Quassia Amara: en general para el control de áfidos, ácaros, minadores, orugas, chupadores yescarabajos. También tiene acción larvicida y nematicida.
Caldo Bordelés: Vid, frutales, cítricos, hortícolas, patata, arbustos ornamentales, olivo, etc. Mildiu, moteado, abolladura, monilia, alternaria, royas y otros hongos.
Azufre: El azufre se utiliza en el control de enfermedades causadas por hongos productores de oídos en todo tipo de cultivos: plantas ornamentales, frutales (manzano, melocotonero, etc), hortícolas(melón, sandía, etc), vid, cereales…
Cola de Caballo: En cultivos de hortalizas, vid y frutales en el control de Mildiu, Phythopthora sp, Oidio, Moteado,Septoriosis, Roya, Botritis sp y Alternaria.
Extracto de Semillas de Cítricos: Bacterias: Erwinia, Pseudomonas, Xanthomonas, Agribacterium, Corynabacterium. Hongos: Ancochyta. Fusarium, Botrytis, Alternaria, Rhyzoctonia, Sphaeroteca, Mycosphaerella, Colletorichum, Cercospora, Septoria, Stemphylium, Peronospora. Pythium. Virus: Tobacco mosaicus. Gemino.
Lecitina de Soja: Activa la defensa de los cultivos y frutos recolectados, ante los efectos nocivos causados por ciertos hongos como royas y mildius.
Oxicloruro de Cobre: Especialmente efectivo contra roya, mildiu, antracnosis, alternaria, bacteriosis, monila y repilo.
Propóleo (Propolis): Control de Oidio sp, Fusarium sp, Phitóptora sp, Esclerosis sp, Bacteriosis sp, Peronospora sp, Botrytis sp, Alternaria sp, etc.
Purín de Ortiga: Se le reconocen propiedades como repelente de insectos por vía foliar, sobre todo contra pulgón y ácaros.
Tomillo Rojo: Tiene acción preventiva y curativa en cultivos afectados especialmente por hongos y bacterias.
Tribásico de Cobre: Posee una excelente actividad bactericida.
Trichodermas: Demuestra propiedades en el control biológico de diversos hongos de suelo que atacan el cuello y las raíces de las plantas.
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