Horticultura. Ciclo de un cultivo
Semilleros.
Preparación del terreno.
Una vez que nos decidimos a tener una plantación de hortalizas propias debemos considerar algunos aspectos. Podemos comprar los plantines en el vivero o preparar nuestro almácigo. Una vez compradas las semillas se deben de sembrar los almácigos o semilleros. La siembra en semilleros presenta una serie de ventajas. Lo más importante es el mayor control que podemos ejercer sobre el desarrollo de las plántulas, de forma que se pueden evitar fácilmente daños por inclemencias meteorológicas, accidentes, plagas, y podemos adelantar la siembra .etc. En los comercios venden bandejas de germinación (simples cajas de plástico con tapa transparente), bandejas de alveolos o macetitas. A veces estos contenedores son caros para sus características (como las bandejas de germinación). Se pueden usar (y reciclar) muchos otros envases. Simplemente se trata de aprovechar cajas poco profundas, generalmente de plástico, en las que se puedan hacer agujeros de drenaje. Cuando las semillas encuentran las condiciones ambientales ideales (temperatura y humedad fundamentalmente) germinan. La germinación consiste en reacciones químicas en el interior de la semilla, inducidas por la presencia de agua y favorecidas por el calor. Se produce una división celular que da lugar al desarrollo y crecimiento de órganos tales como la raicilla o radícula hacia abajo, y el tallito y unas primeras «hojas» llamadas cotiledones hacia arriba. Hasta que estas «hojas» se desarrollan y salen al exterior comenzando a recibir luz y realizar la fotosíntesis para alimentar a la plantita, previo está creciendo a costa únicamente de las reservas que contiene en su interior, así como del agua y el oxígeno que absorbe del sustrato. Por lo tanto el sustrato debe tener una adecuada retención de agua, aireación suficiente y una granulometría (tamaño de las partículas que lo componen) adecuada para permitir el desarrollo de la radícula hacia abajo y la emergencia del tallito hacia arriba. Además deberá estar exento de otras semillas, así como de huevos o insectos y microorganismos patógenos. Si usamos un substrato de «segunda mano» es conveniente usar Terra para eliminar a todos los patógenos.
Dado que la semilla tiene sus propios nutrientes, será un sustrato pobre en ellos, pues aparte de no necesitarlos en principio, esto favorece también el desarrollo de un sistema radicular potente (crece más y más ramificado en busca de alimento).
Cualquier substrato normal pero con partículas más finas.se pueden hacer de forma casera. Una muy sencilla y al alcance de todos es:
1 parte de turba
1 parte de arena de río (no caliza) fina o de perlita fina
2 partes de sustrato universal
Estos materiales deben tener un tamaño de partícula adecuado, fino en general. Pero conviene tener en cuenta el tamaño de la semilla. Para conseguirlo basta con cribar la mezcla con un colador o similar.
Para sacar las plantitas del semillero, aparte de unos dedos sensibles, se necesita un palito o similar con el que remover un poco el sustrato para aflojarlo y que salga la plantita con la mayor parte de las raíces. Además es útil una maderita u otra cosa plana para alisar la superficie del substrato y aplastar ligeramente. También puede venir bien una regadera de agujeros muy finos y un pulverizador para regar sin arrastrar las semillas.
Realización.
La época adecuada para la realización de los semilleros depende de la especie en cuestión. Para la mayoría de ellas es el principio de la primavera.
Los contenedores se rellenan con el substrato hasta el borde.
Luego se alisa el substrato con una tablilla o similar y se procede a echar las semillas sobre la superficie.
No se deben echar muy apretadas para evitar problemas de competencia entre ellas ni que se líen las raíces de unas con otras. Hay que pensar que aunque las semillas son diminutas, las plantitas crecen y deberán permanecer en el semillero hasta el trasplante, cuando tengan un par de hojitas.
En el caso de semillas muy pequeñas para esparcirlas de forma homogénea y que estén suficientemente separadas puede ayudar el mezclarlas con arena muy fina y luego echarlas sobre el substrato como si fuera sal, o bien usando un papelito doblado a la mitad, se colocan en medio de la doblez y se dejan caer con cuidado por el borde.
Después se deben cubrir las semillas con más substrato. En general se cubren con una capa entre 1 y 2 veces la altura de la semilla. En el caso de semillas muy pequeñas (como de menos de 1 mm) no es necesario cubrir. Tampoco se cubrirán aquellas especies que necesitan luz para germinar.
Luego con la misma tablilla se aprieta muy ligeramente el substrato para que las semillas contacten bien con él.
Se procede a regar con mucho cuidado de no mover las semillas ni destaparlas. Puede ser útil usar un pulverizador para ello. En muchos casos es conveniente regar este substrato antes de poner las semillas, para evitar que se desplacen éstas por la caída del agua, cuando son muy pequeñas.
Para evitar problemas por hongos, puede ser conveniente añadir en este riego algún fungicida, como captan.
Los semilleros se deben rotular adecuadamente. En una tarjetita de plástico, madera u otro material resistente que se clava en el semillero, se debe escribir el nombre de la especie, variedad y fecha de siembra. Para ello se debe usar un rotulador indeleble o un lápiz, pues la tinta normal se corre al mojarse.
En el caso de semilleros individuales, en cada uno se pondrán 2 o 3 semillas, en previsión de que todas no son viables. Una vez nacidas, cuando tengan los cotiledones, se dejará las más fuerte en cada uno, arrancando las demás. Para ello se riega bien y así se puede extraer entera la planta más débil.
Para conseguir un mejor desarrollo radicular, especialmente en especies forestales sembradas en alveolos profundos, se suelen regar por abajo (por inmersión) añadiendo el fertilizante al agua.
Para mayor comodidad en el mantenimiento y asegurar que la superficie del substrato no se reseque hasta la germinación de las semillas se deben cubrir los semilleros. Lo más cómodo y barato es poner una película de plástico de cocina, aunque también se puede usar un cristal o cualquier otra cosa que evite la pérdida de humedad. Cada pocos días es conveniente destaparlos un rato, para ventilar y evitar que proliferen los hongos, además de comprobar el estado de germinación.
En general las semillas durante esta etapa deben permanecer en un lugar cálido y oscuro.
Hay sin embargo plantas que para germinar requieren luz, pero la mayoría o son indiferentes o necesitan oscuridad total
• Plantas que necesitan oscuridad para germinar: Caléndula, verbena, pensamientos, violetas.
• Plantas que necesitan luz para germinar: Agérato, anticrimen (dragonarios), begonias, coleo, empatéis (alegrías), lobelia, globularia, petunia, salvia roja
Una vez que las plantas comienzan a asomar se debe trasladar el semillero a un lugar muy luminoso (aunque no con sol directo). Hay que tener en cuenta que, aunque el interior de casa nos pueda parecer luminoso, las plantas notan mucho la diferencia de luz y crecerán ahiladas a menos que estén literalmente pegadas a la ventana.
En cuanto hayan nacido todas las plantitas se retirará definitivamente la tapa.
Cuando las plantas hayan desarrollado un par de hojitas verdaderas (aparte de los cotiledones) se puede proceder a su trasplante. Para ello se riega el substrato, para ablandarlo y hacer más fácil la extracción de las plantitas con el menor daño a las raíces. Con ayuda de un palito, se ahueca el substrato cerca de la plantita y, sujetando ésta con delicadeza por una hoja (jamás por el tallo) se extrae del semillero.
Las plantitas se deben extraer con mucho cuidado Las plantitas se pondrán en macetas, con un sustrato adecuado a su especie. Si bien las más resistentes se pueden poner ya en su sitio definitivo (mejor si se les pone los primeros días una sombra). Inmediatamente se deben regar abunda mente y colocarlas en lugar luminoso. Una vez pasados 5-7 días se pueden sacar al exterior, al sol (según las necesidades de la especie) y comenzar a abonar. Para ello conviene usar un abono complejo de rápida liberación y rico en nitrógeno como Agrobeta Especial Horticola crecimiento
Y Agrobeta Aminoácidos 12
Una vez que las plantitas de las macetitas han alcanzado un buen desarrollo, esto es, cuando el sistema radicular ocupa todo el substrato, se puede plantar en el sitio definitivo, pasando todo el pan de tierra con las raíces al sitio definitivo.
Una vez llegado al sitio definitivo tenemos que usar todos los elementos necesarios para obtener un buen producto, que llevar a nuestra mesa. Agrobeta ha desarrollado un conjunto de productos que garantizan que se pueda llegar exitosamente a la obtención de aquellos productos de la huerta que nos harán ganar aplausos como cocineros.
Preparación de la cama de siembra.
La cama de siembra debe tener una estructura adecuada para la retención de agua y aire, este trabajo de preparación de la sementera es de suma importancia. De él dependerá la disponibilidad de nutrientes, por lo que el aporte de Materia Organica y fertilizantes es vital. Durante el labrado y preparación del terreno debemos eliminar además todas las semillas de las malas hierbas, los insectos, hongos y patógenos que hay en el suelo Terra, en el suelo elimina todos los peligros para nuestro cultivo aplicado a razón de 10 ml/metro cuadrado de terreno.
Debemos detener en cuenta el pH de la solución del suelo y de las soluciones de fertilizantes que vamos a ir agregando.
Una vez obtenida la seguridad de que no tenemos elementos nocivos en nuestro huerto aplicamos Humus de Lombriz.
y Bat guano para recomponer la flora microbiana y recuperar la materia orgánica.
Tenemos controlado el suelo donde vamos a desarrollar la cama de siembra y hay que ver la distancia entre plantas, y programar nuestra fertilización, riego y sanidad .Se debe recurrir a tablas especificas para cada hortaliza a fin de ver cuáles son los cuadros de siembra más adecuado para cada especie.
Una vez preparado el terreno y trasplantada nuestra hortaliza, debemos comenzar a alimentarla. Los aminoácidos libres no solo son un nutriente sino un factor de crecimiento porque afectan la actividad de enzimas que trabajan en el metabolismo de las proteínas. Resultan imprescindibles en momentos de crecimiento y floración, así como en momentos de stress por sequia, heladas, enfermedades fúngicas y víricas.
Los aminoácidos ayudan a la penetración de plaguicidas por su acción complejante. La formación de complejos con micro elementos permite la penetración de los mismos cuando se aplican con aminoácidos.
Los aminoácidos penetran inmediatamente después de la aplicación y son traslocados a toda la planta incluido el fruto, siempre respetando las dosis para evitar los efectos de la saturación. En Agrobeta Aminoácidos 12 se han tenido en cuenta todos estos factores para su formulación, permitiendo obtener espectaculares resultados con una sanidad impecable.
AGROBETA ESPECIAL HORTICOLA CRECIMIENTO es el producto de crecimiento de mayor calidad en el mercado ya que al tradicional equilibrio NPK 10-5-6, le suma aminoácidos vegetales provenientes de hidrólisis enzimáticas y algas 100% ecológicas que funcionan como bioestimuladores del crecimiento y del enraizamiento..
Los microelementos esenciales como hierro (Fe), magnesio (Mg), boro (Bo) y calcio (Ca) proporcionan una mayor resistencia a la planta. El fertilizante líquido AGROBETA ESPECIAL HORTICOLA CRECIMIENTO, es apto para cualquier tipo de sustrato.
Su formulación NPK 10 – 5 – 6 + microelementos está preparada con materias primas de alta calidad y con bajos contenidos en cloro. Su alto contenido en Nitrógeno resulta en un vigoroso crecimiento y la forma de presentación evita los residuos
NORMAS GENERALES DE USO:
- Agitar antes de usar.
- Regar directamente sobre la tierra, evitando que el agua abonada entre en contacto con las hojas.
Al trasplantar: regar dos veces por semana durante 2 semanas
Luego hasta la floración : regar 4 veces por semana utilizando 4 ml/ litro de agua
Como nuestro cultivo es al aire libre, sabemos que con Terra, hemos eliminado todas las amenazas que había en el suelo, pero el aire nos puede traer problemas sanitarios desde otros lugares cercanos, por lo que debemos estar atento a ello, en forma preventiva y en forma curativa usaremos el Aceite de Neem, variando la dosis de acuerdo a la situación.
y los purines de cola de caballo
y ortiga
Si nuestra cosecha es de hoja, caso de lechuga, acelga, escarola, etc., con estos tratamientos llegamos a cosechar productos sanos, con aportes biológicamente equilibrados y con una sanidad totalmente ecológica
Si nuestro producto es un fruto,como el tomate o el pimiento, o la calabaza, nuestro cultivo tendrá una fase de floración que es muy importante.
Por tanto nuestro aporte de fertilización debe favorecer la Floración y la Fructificación
Sin flores no hay fruto. Necesito Fosforo y Potasio circulando por la planta para obtener las flores que son las precursoras de los frutos apetitosos.
Los abonos l de floración suelen contener un nivel óptimo de nitrógeno como es el caso de Agrobeta Especial Hortícola Floración.
La absorción de fósforo y potasio se incrementa para promover la formación de flores y frutos. El fósforo se asocia al vigor general y a la producción. El Potasio es crucial en la acumulación y crecimiento por división celular.
Los micro nutrientes se requieren en menor cantidad, pero son imprescindibles: el magnesio (Mg), el calcio (Ca) y el azufre (S)… el manganeso (Mn), el zinc (Zn), el hierro (Fe), el boro (B), cloro (cloruro)(Cl), el cobalto (Co), el cobre (Cu), el molibdeno (Mb), el sílice (Si) el níquel (Ni), el sodio (Na) y el flúor (F).
Agrobeta Especial Hortícola Floración ha complejando a los nutrientes con aminoácidos provenientes de síntesis enzimática. Agrobeta Especial Hortícola Floración ha incorporado a la formulación, algas marinas que poseen promotores del crecimiento.
Una vez que hemos obtenido las flores, que tan bellamente adornan nuestra huerta, los insectos, el viento y la acción de las fuerzas de la naturaleza harán que se fecunden y a partir de ahí se inicie el crecimiento del fruto, este es el objeto de nuestro trabajo, así que debemos alimentar nuestra planta para que nos brinde sus mejores frutos.
NORMAS GENERALES DE USO:
Agitar antes de usar. Este producto se aplica desde el principio de la floración hasta la finalización del cultivo regando hasta 4 veces por semana.
Principio de floración 4 ml/ litro de agua de riego.
Semana siguiente 1: 8 ml/ litro de agua.
Semana siguiente 2: 8 ml/litro de agua
Semana siguiente 3: 10ml/ litro de agua
Semana siguiente 4: 10 ml /litro de agua.
Regar directamente sobre la tierra, evitando que el agua abonada entre en contacto con las hojas.
Una vez que nuestra cosecha ha pasado a nuestra mesa, es importante disponer del rastrojo para tener una buena sementera para el próximo año. Debemos enterrar los restos de cosecha para aprovechar los nutrientes que se hayan incorporado a esos restos, debemos de cuidar de no diseminar posibles inoculos de enfermedades o de insectos y preparar nuestra parcela para el próximo huésped. Eso implica volver al inicio de esta página
DOSIS:
Terra: 10 ml / metro cuadrado de terreno.
Humus de lombriz: 6 ml/metro cuadrado de terreno.
Bat guano: 50 gramos / metro cuadrado de terreno.
Aminoácidos 12: 5ml/metro cuadrado en 8 aplicaciones semanales sucesivas hasta los 40 ml/ metro cuadrado
Agrobeta Especial Horticola Crecimiento: Regar 2- 4 veces por semana utilizando 2-4 ml/ litro de agua
Agrobeta Especial Hortícola Floración:
Principio de floración 4 ml/ litro de agua de riego.
Semana siguientes: 8-10 ml/ litro de agua de riego 4 veces por semana.
Aceite de Neem: Pulverizador preparado
Purín de ortigas: Pulverizador preparado
Purín de Cola de Caballo: Pulverizador preparado
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